
DE DINO CROCETTI A DEAN MARTIN PASANDO POR DINO MARTINI
Dino Paul Crocetti nació en Steubenville, en Ohio. Hijo de inmigrantes italianos sólo habló italiano hasta los cinco años que tuvo que ir a la escuela. Pronto se dio cuenta que los estudios no eran lo suyo, sin embargo, lejos de ser poco inteligente en seguida demostró que era muy bueno jugando a los dados y a las cartas y con 12 años ya hizo algunos trabajos de mensajero para el capo de la mafia local. Algo mucho más divertido que estar todo el día entre libros sin duda. A los 16 años empezó a boxear, pero aunque empezó a despuntar se dio cuenta que su gancho con las chicas era incompatible con el gancho del boxeo. Ante el temor de estropear su hermoso rostro tuvo que decidirse por otras aficiones menos peligrosas como las apuestas en las carreras de caballos, contrabandista durante la ley seca o crupier en un casino.
Pero si algo le gustaba a Dino era sin duda cantar, admiraba a Bing Crosby y quería ser como su ídolo. En verano de 1934 cantó por primera vez en un club y aunque tratase de imitar a Crosby enseguida la gente pudo apreciar en sus canciones su propia personalidad, el optimismo, la pasión y sobre todo ese aire relajado que le hacía encantador. En estos años cambia su nombre a Dino Martini, aprovechando que un tal Nino Martini estaba triunfando entre el público más joven. "Un nombre conocido ahorra la mitad del trabajo" - pensó Dean. Sin embargo, tras estallar la Segunda Guerra Mundial entendió que ante la ferviente necesidad de patriotismo su nombre tenía que sonar más americano, así se quedó definitivamente como Dean Martin. Tras unos primeros años con la orquesta de Watkins, decide plantarse en solitario. Eran los tiempos en los que Frank Sinatra estaba empezando a triunfar y las comparaciones eran inevitables. Los dueños de los clubes se rifaban a uno o a otro. Pero tenían que estar en sus carteles. Mientras Sinatra se ganaba a las mujeres con su voz y sus baladas, Dean era mucho más astuto, hacía de cada actuación un espectáculo en sí. Desde su manera de vestir, mirar, dirigirse al público... de hecho su estrategia iba más dirigida a ganarse la confianza de los hombres, las mujeres vendrían después y de la mano de éstos.
DEAN Y LOS NÚMEROS
Casado con Betty McDonald y con un hijo su relación se tambaleaba constantemente por el poco interés que ponía Dean en el compromiso. En una de esas rupturas se alojaría en casa de Lou Perry que por el 35% de sus ingresos haría de su representante y de casera. Con ellos también estaría Sonny King por lo que se irían turnando una cama para tres, dos juntos y uno en el suelo según rigurosos turnos. Del 35% de Perry había que añadir el 10% pactado para que la orquesta de Watkins le dejara libre. Su forma de ser era mejor que su forma de sumar pues en su afán por triunfar le cedió Dick Richards otro 20% como representante dos y al popular Lou Costello (Abbot &Costello) un 25% para que le consiguiera actuaciones. Acababa de firmar además con MCA que se reservaba un 10% de sus ingresos. Así que haciendo números de todo lo que ganaba nada iba a parar a su bolsillo. ¿Pero quien necesita hacer números cuando eres Dean Martin? Mientras le dieran de comer y Lou Perry le vistiera y le pagara de beber todo iría bien. Además todo el mundo ganaba, no había problema. Bueno, igual cuando cedió otro 10% al director de un programa de radio que le había contratado...
Cuando sus acreedores, que sabían más de matemáticas que el propio Dino, descubrieron que había vendido el 110% de sus derechos y campaba por el mundo alegre y desinhibido a pagar la deuda lo demandaron por estafa. Dean se declaró tan insolvente que el juez no tuvo duda alguna, lo dejaron en libertad al no poderle cobrar la deuda. Al final Dean se quedaría con Lou Perry como único representante y con Betty como única forma de dormir tranquilo.
EL ORGANILLERO Y EL MONO
Cuando a Dean Martin le llegó el guión de su nueva película con Jerry Lewis se fue colérico en busca de éste, - "¿qué es eso de qué hago de policía en la nueva policía? ¡y de uniforme! tengo principios, nunca haré de policía". Cuando Jerry Lewis le dijo que era su película y que haría lo que él dijera, un uniforme y unas palabras tajantes acabaron con una carrera de 16 películas de éxito. Lewis jugaba con ventaja, sabía que con ese guión iba a fastidiar de verdad a Martin y que era imposible obligarle a algo.

¿Quién iba a decir que terminarían así? Era Marzo de 1945 cuando el joven cómico de 19 años caminaba con su amigo Sonny King hacía Times Square cuando de repente King vio en la acera de enfrente algo que llamó su atención, junto a un hombrecito gris caminaba un tipo corpulento, atractivo y con un frondoso pelo negro, "¿qué clase de tipo presuntuoso puede vestir con un traje de pelo de camello?" Su acompañante le sacó de dudas "¡Dean Martin, es Dean Martin!" y a continuación cruzó la calle cogiendo a Lewis del brazo. King le presentó al prometedor cantante de 28 años y los cuatro se pusieron a hablar de cosas triviales, cuando una mujer atractiva y elegante pasó junto a ellos. Unos pasos después se volvió hacia Dean con una sonrisa en su rostro. De alguna forma Dean lo sabía y giró su cabeza para corresponder a esa sonrisa. Fueron apenas dos segundos y Lewis se dio cuenta que su amigo y el hombrecillo gris idolatraban a Dean por ello, por aquel control absoluto e inconsciente sobre la voluntad de cualquier mujer que estuviese a su lado. Unos minutos después, Lewis pasaría a engrosar la lista de admiradores de Dean Martin. A partir de ese día el cómico se intentaría pegar a Dean siempre que podía, cuando coincidían en algún cartel la combinación era perfecta, sus payasadas, muecas e imitaciones casaban a la perfección con las tiernas baladas del cantante de origen italiano. Y aunque Dean era bastante reacio a coincidir con Jerry, la imposición de las salas y los empresarios forzaron un dúo que se convertiría en todo un clásico y acabaran formando la dupla... "¿cómo nos llamaremos, Lewis & Martin o Martin & Lewis? - le preguntó Lewis a Martin. "Lo mejor es que sea por orden alfabético" le contestó el cantante, "Nos llamaremos Martin & Lewis", " " pero la L de Lewis va antes que la M de Martin". - "Desde luego mi D de Dean va antes que tu J, seremos la dupla Martin & Lewis".
Varios estudios de cine estaban detrás de ellos y Paramount Pictures se llevó el gato al agua después de que Louis B. Mayer de la Metro pronunciase una de esas frases que acaban por enterrarte junto a un bonito epitafio: "El organillero no lo veo del todo mal, pero ¿qué hacemos con el mono?" Cada una de sus películas supuso un éxito aún mayor, "Mi amiga Irma", "Vaya par de Marinos", "Artistas y modelos" o "Juntos ante el peligro" son algunas de esas películas. Y aunque las películas supusieron un éxito y sus discos se vendiesen bien, dónde realmente se notaba el estatus de verdaderas estrellas eran cuando actuaban en directo. Únicamente Frank Sinatra había provocado tales colapsos y escenas de histerismo. El dúo moría de éxito, pero sobre todo había endiosado a Lewis que era el que llevaba el peso de la formación y la verdadera estrella a la que todos querían ver.
Dean acostumbraba a decir que los dos momentos más importantes en su vida fueron cuando se asoció con Jerry Lewis y cuando se separó de Jerry Lewis.
LA VIDA SIN LEWIS

LA VIDA SEGÚN DEAN MARTIN

Dean no necesitaba a nadie, se podía pasar horas en su mundo. Viendo películas del Oeste, leyendo comics o haciendo el único deporte que no necesitas hablar con nadie: el golf. Su amistad con la mafia ya venía de su infancia. Sabía quién y cómo eran. Los admiraba pero supo mantener las distancias y su independencia. No solía negarles nada, pero llegado el caso no tenía problema en hacerlo. Pero le respetaban. Al contrario que Sinatra que se involucraba siempre a fondo, Dean prefería tomarse unas copas con la mafia e irse tranquilamente a casa cuando no se sentía cómodo. Podías ver a Dean encima del escenario diciendo "¿porqué no subes al escenario y matas a alguien? mientras saludaba a algún capo del lugar. Estas bromas hacían reír a todos, incluido al señalado. Pero porque las hacía Dean. Lewis tuvo que ponerse de rodillas en varias ocasiones para que algún "mafiosillo" del que se había burlado en escena le perdonara la vida. Ni que decir tiene que esos eran los momentos que más disfrutaba Dean.

Su desprecio por el arte y la cultura le hizo famoso. Frases como "hay un tipo que me pintó la casa en dos días que es mejor que éstos" cuando se refería a los cuadros expuestos en el Louvre. Se burlaba a menudo de los actores del método y cuando le preguntaban por el trabajo de actor solía decir "Actuar no es nada, quien piense que el trabajo de actor es duro es porque no ha pasado un día entero de pie tras una mesa de blackjack". En cualquier caso nunca concedía más que un ensayo por escena "es todo lo que vas a conseguir de mi", así que él rodaba y se iba a su casa.

EL LENTO CAMINO A LA ETERNIDAD

Al final, cuando nuestro cuerpo ya no está aquí, no somos más que lo que nos piensan y bien pensado, cuando Dino ocupa los míos, lo hace con una gran sonrisa y una bonita canción.
Mr. JO NI CAS, likes what a marvelous mixin' of prose, pixs and vid clip to hugely hugely homage our most beloved Dino...just wishes that we read spanish so that we coulda gets the full flavor of this tremendous tribute to our Dino. Never was, never will be anyone as cool as the King of Cool...oh, to return to the days when Dino walked the earth. Know that your extraordinary efforts are bein' shared this day at ilovedinomartin.
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