Cuenta la leyenda que el bueno de Bon Scott se encontró en los lavabos a un pobre infeliz que le quiso tomar el pelo y le preguntó que si era el AC (el que da) o el DC (el que toma) de su banda, Scott, que era un tipo rápido y de gran ingenio, mientras le propinaba un buen golpe le dijo: "yo soy el rayo del medio". Y es así, mientras los Young siempre han sido como personas gente muy normal, algo antipática y desde luego muy cerrados, Bon Scott siempre fue la fuerza, la alegría, un tipo encantador que quería vivir y quería ser una estrella de rock. Lo consiguió a medias, pues no pudo apreciar en lo que se convertirían finalmente AC/DC y desde luego ni se podía imaginar que los mismos críticos que les menospreciaban años después se montaran al carro de la evidencia, pero sí que le dio para más chicas y más alcohol. Mientras sus compañeros y hermanos (los Young otra cosa no, pero es cierto que le consideraron un hermano más) se casaban y compraban casas, él se compró una moto. Su cuerpo no dio para más, pero su espíritu, el que puedes encontrar entre los surcos de cualquiera de sus discos, viaja libre por siempre.
Mejor que leer sobre su vida, saber datos que tampoco vienen a cuento o nombres que acabaremos olvidando, creo que es saber cómo era Bon Scott. Para eso nada mejor, que escuchar "Jailbreak" que no es otra cosa que una metáfora de lo que para él era la vida y de cómo la quería vivir.
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