sábado, 4 de abril de 2015

En ocasiones veo músicos muertos: Scott Columbus

Un día como hoy, un 4 de Abril nos dejó Scott Columbus.

La delgada línea que separa lo mágico de lo absurdo, lo cómico de lo trágico, lo increíble de lo no me lo puedo creer. Pues sobre esa linea juegan para mi los Manowar, a veces incluso la pisotean. Capaces de todo, tan excesivos que no puedes permanecer en un segundo plano.

Ya para empezar 4 tipos embadurnados en aceite, musculados, medio desnudos y vestidos de guerreros da un poco que pensar. Si encima te dicen que son los defensores de metal y que te unas a ellos para acabar con el falso metal...qué quieres que te diga, prefiero abrirles la puerta a los Testigos de Jehová. Pero como he dicho, después te metes en temas como "I believe" "all man play on ten" "Fighting the World" "Thor the Powerhead" o "Carry on" y acabas por cogerles cariño...

Y es que en Manowar lo inexplicable es lo cotidiano. Son el grupo que conserva el record de la banda más potente del mundo (190 decibelios) y poseedora del concierto más largo, más de 5 horas, y es que el exceso de Manowar produce odio, sé de mucha gente que ha salido de sus conciertos harto de los interminables momentos instrumentales, pero eso sí, han salido, nadie se ha quedado para contarlo. Y es que esta vanidad instrumental es motivada precisamente porque son buenos músicos. Además haber contado en su formación original con todo un Dictator como es Ross The Boss ya da un aliciente extra a la banda. Y que cojones, lo excesivo a veces es lo mejor de ellos, porque la épica hay que reconocérsela, a veces esa grandilocuencia es maravillosa y la valentía de hacer lo que realmente quieren también, Entre los grandes momentos inexplicables es ver o oír a Orson wells participar como narrador en un disco de la banda o canciones tan inverosímiles y especiales como "The Crown and the Ring" grabada en una catedral con un coro de más de 100 voces masculinas. Una vez más, Manowar.

Scott Columbus fue el bateria.

Dotado de una fuerza envidiable, como no podía ser de otra forma, su batería contenía gran parte de acero, que unido a su fuerte pegada le daban un sonido muy característico a su forma de tocar. Estuvo en Manowar en dos etapas distintas, pues en 1991 dejó la banda para estar con su hijo enfermo y volvió cuando éste se recuperó en 1996. Se desconoce la causa de su muerte, pero desde luego fue muy pronto. Tan solo contaba 54 años.






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